LA NOCHE CON MIL OJOS
No se escuchaba grillos ni cigarras, el único sonido era de la pala, todavía sentía que algo me miraba de todas las direcciones ¡Imposible! yo estaba sola y trabajaba de manera eficiente, un poco más y ya estaría lista la tumba que sellaría tanto mis sueños como los que mi marido. ¡Qué lástima! Oh, Dios mío, ¡Qué lástima! No era mi culpa, claro que no, fue su culpa que se lo entregó a ella el que me era prometido, era mío, todo era mío y se lo entregó a ella, lo confronté y me confirmó y, al final, tuvo el coraje de pedirme un beso ¡Un absurdo!
Mientras hacía mi trabajo me recordé de Yerma, tal cual a ella que había depositado sus sueños en su marido, también lo hice, tal cual a ella que lo había asesinado con sus manos, también lo hice, apreté su garganta porque él no lo esperaba, no de su dócil mujer, apreté hasta matarle. Sin duda, necesitaría una buena historia, me acusarían, sin embargo, nadie podría comprobarlo, nunca encontrarían el cuerpo y sin cuerpo no hay crimen. ¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué lo ha entregado? ¿Por qué me traicionaste? Los escalofríos no me dejaban así como la sensación de estar siendo observada, no había nada en el alrededor. Puse el cuerpo en la tumba, miré a mi marido una última vez para guardar en la memoria, me puse a tirar las palas de tierra y escuché los pasos furtivos aproximándose.
- Thais Primo dos Santos
El microcuento es un trabajo de relectura de la obra Yerma de Federico Gracía Lorca presentado para la asignatura de Literatura Española II ministrada por la Profesora Dra. Jacicarla Souza da Silva.
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